Raul Antoine Camargo, Grade 12
UWC-USA
Spanish (Scroll down for an English version):
Cuatro meses pasaron. Cuatro. Te escribo.
Fugazmente se quemaron los astros, los luceros, explotan los momentos rápido. Mañana volveré a uno de muchos comienzos. Muchas promesas no cumplí, como cumplí muchos pactos nunca hechos.
Te recuerdo. Y las fotos que solía ver, fotos de futuro, son ahora la foto de un pasado de un recuerdo lejano. Sonrisas y abrazos. En cada abrazo una felicidad y un amor y una tranquilidad que parece no tener explicación.
Nombres que se asoman por la ventana de un vecindario, todos se conocen, pero pocos se conocen tanto. “Te quiero”, han dicho. Ellos no están conscientes que es un querer que ahora es lejano, pero, después, así, tan de repente, es un querer del pasado.
Vienen de vuelta las imágenes malditas de las sonrisas que viví y los pasos que di, junto a las personas que conocí. Allí y aquí. Casi puedo sentir el cielo de un futuro que percibo, de un hombre niño viajando en un avión hecho de sueños y de esperanzas y de unas ganas masoquistas de devolver el tiempo para ti.
Es una tristeza absurda que tiene mucho sentido. Es una tristeza cíclica, y viciosa y placentera y traicionera. Temo caer en su olvido. Temo, porque ya sé que se fueron. Montezuma. En alguna parte de Nuevo México. Hoy. Te escribo.
Después de mucho tiempo, cuatro meses tal vez, he vuelto a hacerlo.
English:
Four months have passed. Four. I write to you.
Fleetingly, the stars have burned, bright stars. The moments that fastly explode. Tomorrow, I will return to one of many beginnings. Many promises I did not accomplish, as I accomplished many pacts that I never made.
I remember you. And the photographs that I used to see, photos of the future, are now the photos of the past of remote memories. Smiles and hugs. In every hug, joy and love and peace, that seems not to have an explanation.
Cuatro meses pasaron. Cuatro. Te escribo.
Fugazmente se quemaron los astros, los luceros, explotan los momentos rápido. Mañana volveré a uno de muchos comienzos. Muchas promesas no cumplí, como cumplí muchos pactos nunca hechos.
Te recuerdo. Y las fotos que solía ver, fotos de futuro, son ahora la foto de un pasado de un recuerdo lejano. Sonrisas y abrazos. En cada abrazo una felicidad y un amor y una tranquilidad que parece no tener explicación.
Nombres que se asoman por la ventana de un vecindario, todos se conocen, pero pocos se conocen tanto. “Te quiero”, han dicho. Ellos no están conscientes que es un querer que ahora es lejano, pero, después, así, tan de repente, es un querer del pasado.
Vienen de vuelta las imágenes malditas de las sonrisas que viví y los pasos que di, junto a las personas que conocí. Allí y aquí. Casi puedo sentir el cielo de un futuro que percibo, de un hombre niño viajando en un avión hecho de sueños y de esperanzas y de unas ganas masoquistas de devolver el tiempo para ti.
Es una tristeza absurda que tiene mucho sentido. Es una tristeza cíclica, y viciosa y placentera y traicionera. Temo caer en su olvido. Temo, porque ya sé que se fueron. Montezuma. En alguna parte de Nuevo México. Hoy. Te escribo.
Después de mucho tiempo, cuatro meses tal vez, he vuelto a hacerlo.
English:
Four months have passed. Four. I write to you.
Fleetingly, the stars have burned, bright stars. The moments that fastly explode. Tomorrow, I will return to one of many beginnings. Many promises I did not accomplish, as I accomplished many pacts that I never made.
I remember you. And the photographs that I used to see, photos of the future, are now the photos of the past of remote memories. Smiles and hugs. In every hug, joy and love and peace, that seems not to have an explanation.
Guest Writer - UWC USA |
The names that peek out the window of a neighbourhood. Everyone knows each other. But no one knows each other enough. “I love you”, they have said. They are not conscious that there is love in the distance, but later, suddenly, just like that, it turns out to be a love in the past.
The cursed images return. The smiles that I lived, the steps that I took, next to the people that I met. Here and there. I almost can feel the sky of a future, that I perceive, of a little man travelling in an aeroplane made out of dreams, and hopes, and a masochistic yearning of turning back the time for you. It is an absurd sadness with a lot of sense. It is a cyclic, vicious, pleasant, treacherous, sadness. I fear to fall in their forgetfulness. I fear, because I already know, that they are gone. Montezuma. Someplace in New Mexico. Today. I write to you. After a really long time, four months maybe, I have done it again. |
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